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Historia

En febrero de 1949 la Sociedad de Mejoras Públicas de Medellín, para conmemorar los cincuenta años de su fundación, inició la campaña para regalarle a la ciudad un espacio cultural para la proyección de contenidos artísticos. Desde esa fecha, inició la gestión del proyecto, buscando aliados estratégicos que se sumaran a la construcción de un Teatro para el centro de la ciudad. 

En 1952, la administración municipal aportó al proyecto la exención de impuestos y pago de los servicios de agua, luz y teléfono por el tiempo que las circunstancias y razones de equidad así lo exigieran, así como la donación de un lote de 4201 varas cuadradas para la construcción del Teatro. Entre los aportantes también está el gobierno nacional que se vinculó con un auxilio de $200.000 para su construcción; en junio del mismo año, el filántropo antioqueño Pablo Tobón Uribe, anunció la donación de un millón de pesos para la ejecución de este proyecto.

El mecenas condicionó su aporte a la ratificación del municipio de ceder el terreno donde se levantaría el teatro y eximirlo del impuesto de donación. También solicitó que se organizara una junta para administrar todo lo concerniente a la construcción y el funcionamiento del teatro, y en la cual tomarían parte el gobernador del Departamento, el alcalde de Medellín, el presidente de la Sociedad de Mejoras Públicas y el presidente de la Asociación Nacional de Industriales (ANDI). La Junta Directiva, conformada por las entidades mencionadas anteriormente, nace mediante el decreto 353 del 29 de julio de 1952. 

El 13 de octubre del mismo año, mediante decreto 487, se constituyó la Fundación Teatro Pablo Tobón Uribe, creada con la única finalidad de dotar a Medellín de un teatro moderno de primera categoría, destinado a la presentación de espectáculos y actos artísticos, dramáticos, musicales, literarios y científicos, a través de los cuales se fomentaría el adelanto cultural de los medellinenses y de los antioqueños en general.

En 1953 se legaliza el terreno para la construcción del teatro. Por el norte mide 102 m y bordea la calle 52; por el sur, 96 m en la calle 51; por el oriente, 24 m en la carrera 39; y por el occidente, 55 m en la carrera 40. En el mismo año se realizó el contrato con la firma H.M. Rodríguez e hijos para la realización de los planos y cálculos del edificio, y el 3 de noviembre de 1954 se aprobaron los diseños y se autoriza a dicha firma para la dirección de las obras de construcción del teatro. 

El edificio, con el sello que caracterizó los años cincuenta, es diseño del reconocido arquitecto Nel Rodríguez, hijo del célebre arquitecto Horacio Marino Rodríguez. Este edificio fue pensado como una estructura que pudiese crecer con el tiempo, adaptándose a los cambios sociales y estéticos; una obra moderna capaz de albergar la magia de esa cajita mágica llamada Teatro.

A finales de 1957, se encontraba lista la obra negra del edificio, pero hacían falta los pisos móviles del escenario, parte de la instalación eléctrica, el aire acondicionado, los pisos definitivos, la tramoya, los parqueaderos, el acabado de la fachada y las cortinas, entre otras obras. El diseño del teatro suscitó cierta polémica y su construcción sufrió varios retrasos.​ 

En 1958, por problemas financieros se suspenden las obras de construcción del teatro, quedando como faltantes obras de acabado y acondicionamiento técnico del edificio. 

En 1959 se conformó una Junta Cívica del Teatro, para buscar aportes en el sector público y privado para la terminación del teatro.

El 2 de agosto de 1967 se inauguró el Teatro Pablo Tobón Uribe con un concierto de la pianista Teresita Gómez y el flautista Jean-Pierre Rampal. En su inauguración, la Sinfónica de Antioquia y Teresa Santamaria de González realizaron la donación de dos pianos de cola, uno alemán y otro estadounidense que aún están en funcionamiento. 

El Teatro, declarado patrimonio histórico de la ciudad en 1977, es una de las memorias vivas del Centro. Es también un espacio para construir y contribuir a una mejor ciudad, una arteria que nutre y enriquece al corazón de Medellín

Desde entonces la Fundación ha hecho parte importante de la historia de Medellín y Colombia con participación activa en la escena cultural y social. Su nombre se ha constituido en un referente cultural en la agenda programática del país.

Ubicado en el corazón de esta urbe que no para de crecer, el Teatro Pablo Tobón Uribe es un punto de encuentro, un lugar para la lúdica y la recreación… para la formación y para el goce de las diferentes expresiones artísticas. 

¿Quién fue Pablo Tobón Uribe?

Pablo Tobón, nacido en 1882, fue un destacado empresario reconocido por su generosidad y compromiso con la comunidad. Su labor social fue tan significativa que en 1953 recibió la Cruz de Boyacá en el grado de Gran Caballero, otorgada por el entonces presidente Gustavo Rojas Pinilla.

Considerado uno de los hombres más ricos de Medellín, Tobón fue accionista de importantes empresas como la Colombiana de Tabaco y la Cervecería Unión. Además, poseía varias propiedades en la ciudad y participó activamente en el ámbito cultural como cofundador y colaborador de revistas como Colombia, La Paira y El Sol.

A pesar de su fortuna, llevaba un estilo de vida sencillo: nunca tuvo automóvil propio y prefería movilizarse en transporte público. No era aficionado a los viajes, pues creía firmemente que los libros eran la mejor forma de conocer el mundo sin salir de casa.

Falleció el 15 de marzo de 1954, a los 72 años. En su testamento destinó parte de su herencia a la creación de dos hospitales: uno para el cuerpo y otro para el alma. Ahí nacen el Hospital Pablo Tobón Uribe y El Teatro Pablo Tobón Uribe, instituciones que hoy llevan su nombre en honor a su legado.

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