Pocas historias logran capturar tan bien la magia de la Navidad como ‘Cuento de Navidad’, la célebre obra de Charles Dickens.

Escrita en apenas seis semanas y publicada en diciembre de 1843, se convirtió en un fenómeno inmediato: los 6.000 ejemplares de su primera edición se agotaron en Nochebuena, y tan solo unos días después ya se habían vendido más de 15.000 copias.

Desde entonces, este relato de redención y esperanza no ha dejado de leerse, editarse y representarse alrededor del mundo. Traducido a decenas de idiomas y con millones de ejemplares vendidos, sigue siendo uno de los libros más influyentes de todos los tiempos. Su protagonista, el avaro Ebenezer Scrooge, transformado por las visitas de tres fantasmas en la víspera de Navidad, se ha convertido en un símbolo universal del cambio y la bondad.

En plena Revolución Industrial, cuando muchos habían olvidado de las viejas tradiciones navideñas, Dickens devolvió al calendario decembrino su calor humano. Gracias a su relato, costumbres como las cenas familiares, los brindis, los juegos y los villancicos volvieron a cobrar vida. Incluso expresiones como ‘Merry Christmas’ ganaron popularidad a partir de su historia, y la palabra “Scrooge” terminó entrando en el diccionario como sinónimo de tacaño.  

Sin embargo, el legado del autor fue más allá de lo lingüístico o cultural: Cuento de Navidad introdujo un mensaje de solidaridad y empatía que inspiró a miles de lectores a practicar la caridad. Fue una invitación, vigente hasta hoy, a celebrar la Navidad no solo con regalos, sino con generosidad y compasión. Así lo narran los relatos populares que cuentan sobre personas adineradas que, inspiradas por la obra, practicaron buenas obras durante las navidades posteriores a la publicación. 

• Un éxito sin pausa: Desde su publicación, la obra nunca ha dejado de imprimirse. Solo en Estados Unidos se calcula que ha vendido más de dos millones de ejemplares en el primer siglo.  

• Detalles de autor: Dickens mimó hasta el diseño del libro original, encuadernado en cuero rojo y regalado a un amigo. Curiosamente, el final originalmente era trágico: Tiny Tim moría. El autor cambió a tiempo el desenlace, escribiendo la frase esperanzadora “¡y a Tiny Tim, que no murió!”.  

• Inspiraciones reales: El pequeño Tim se basó en Henry, el sobrino enfermo de Dickens, mientras que los aterradores niños “Miseria” e “Ignorancia” nacieron de una visita del escritor a una escuela para pobres. 

Con una historia tan poderosa, no sorprende que esta obra haya conquistado también el teatro musical. A lo largo de los años sus adaptaciones han llenado escenarios en Broadway, el West End de Londres y muchas otras ciudades del mundo. Entre las más recordadas destacan:  

• “Canción de Navidad: el Musical” (Broadway, 1994) – Con música de Alan Menken (“La Bella y la Bestia”) y letras de Lynn Ahrens, esta versión encantó al público en el Madison Square Garden durante casi una década.  

• “Scrooge: el Musical” (West End, 1992) – Firmado por Leslie Bricusse, adapta la película británica de 1970 y se convirtió en una tradición teatral londinense.  

• “A Musical Christmas Carol” (Pittsburgh CLO, EE.UU.) – Un clásico anual desde 1992, que demuestra cómo esta historia sigue viva generación tras generación. 

Incluso el bisnieto de Dickens, Gerald Charles Dickens, mantiene viva la magia con una adaptación unipersonal donde interpreta más de 20 personajes del cuento.  

Cada diciembre, nuevos montajes –en inglés, español y decenas de idiomas más– vuelven a recordarnos que esta fábula sigue siendo tan actual como hace casi dos siglos. ¡Nuestro Teatro no es la excepción! 

En nuestra producción de ‘Canción de Navidad’ tendremos alrededor de 20 artistas y, detrás de ellos, un equipo técnico y de backstage de 22 personas trabajando para que cada luz, cada entrada y cada efecto sucedan en el instante perfecto. Es un verdadero show de teatro musical, pensado para envolver al público desde el primer minuto. 

La obra incluye cerca de 10 canciones originales que cuentan la transformación del señor Scrooge y nos llevan de la mano por sus recuerdos y por las visitas de los espíritus de la Navidad. A esto se suman 7 canciones navideñas tradicionales que el público va a reconocer, cantar y disfrutar, creando ese ambiente cálido y festivo que solo se siente en diciembre. La dirección artística y escénica es un trabajo colectivo del equipo de Musicreando, encabezado por Esteban Mora, Pedro Zuluaga y Juan Sebastián Sierra, con coreografías del maestro Andrés Cardona, música original compuesta por Esteban Mora y Juan José Arango, y arreglos de Juan José Arango y Alejandro Calle. 

Con este montaje, de una duración aproximada de una hora, buscamos algo más que ofrecer un buen espectáculo: queremos construir un espacio donde la comunidad se reúna, cante, se emocione y salga del teatro con una nueva mirada sobre la Navidad y sobre su propia historia. “Canción de Navidad” es nuestro homenaje a Dickens, pero también un recordatorio de la grandiosa fusión de la música, la danza y el teatro. 

¡Ven a emocionarte con nosotros y redescubre la magia navideña hecha musical! ✨  

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